EL FBI tomó la semana pasada la decisión de cerrar la conocida página Megaupload y enviar a cuatro de sus directivos a la cárcel, entre ellos a su principal responsable, Kim Dotcom. Otros tres imputados en el caso están en paradero desconocido. La acción fue justificada por los agentes, que apelaron al “mal uso de los portales de almacenamiento público y distribución de contenidos para cometer y facilitar delitos contra la propiedad intelectual”. La medida resulta extremadamente polémica, teniendo en cuenta, además, la posible aprobación de la ley S.O.P.A (Stop Online Piracy Act).
A primera vista, Megaupload podría parecer una web más dedicada al almacenamiento de archivos, pero numerosas prácticas que rozan la ilegalidad son las que, según la imputación, han llevado al FBI a intervenir. El sistema premiaba a los usuarios que subían contenidos con un gran número de visitas, cuyos enlaces estaban, en muchos casos, incluidos en páginas que concentraban contenido ilegal. Además, cuando un usuario notificaba el contenido prohibido de un enlace, los propietarios eliminaban solo un único vínculo al archivo.
Dejando aparte estas irregularidades, Megaupload era el mayor portal de almacenamiento disponible en Internet, y su cierre ha provocado también la pérdida de numerosos archivos legales. Esto ha afectado a numerosos usuarios que no son culpables de tal decisión. Como ejemplo, al final del artículo incluimos el testimonio de un usuario afectado por el cierre de la página:
“¿Y que ocurrirá ahora con los usuarios que habíamos contratado un servicio Premium con Megaupload para usarlo como servicio de almacenamiento masivo? Tengo cientos de archivos almacenados en mi cuenta, a modo de copia de seguridad, ya que viajo y cambio de ordenador con frecuencia y ésta era la forma de tener todo disponible fuese donde fuese. Ese material me pertenece, no tiene nada que ver con la piratería. ¿Cómo recupero yo ahora todo esto? Cierto que tengo otras copias de seguridad, pero repartidas entre cuatro ordenadores, una docena de memorias flash, y ya no sé ni cuántos DVD's. Me va a llevar muchas horas volver a subir todo esto de nuevo. Y, además, ¿a dónde?, ¿qué voy a hacer, pagar otro servicio Premium para que en dos días al FBI se le ocurra cerrar también ese sitio?”
